jueves, 22 de agosto de 2013 a las 12:00 AM

Escudo de la Provincia de Corrientes

El primer Escudo de Armas de Corrientes le fue dado por el fundador Torres de Vera e incluía las armas de su propia familia: dos torres y un águila con una pata apoyada en cada una de ellas.

Poco después de la fundación, el 9 de abril de 1588, se produjo el histórico episodio llamado de la Cruz del Milagro, que sucedió cuando los indios atacaron un reducto español, próximo al cual estaba emplazada una cruz de madera de urunday. El capitán D. Juan Francisco de Aguirre que vivió el hecho, lo narra del siguiente modo: Atacaron los indios y sucedió la maravilla de que contra ellos mismos retrocedían sus flechas. Repararon que la cruz era la que las retrocedía y quisieron reducirla a cenizas, pero lo intentaron vanamente porque siempre salía ilesa del fuego.

Así comenzó a usarse el motivo de la cruz incandescente entre las llamas como alegoría en reemplazo del escudo que diera Vera y Aragón.

El 21 de diciembre de 1821, el primer Congreso Constituyente de Corrientes sancionó el actual escudo sobre la base del Escudo Nacional y con el agregado de la cruz en llamas, que fue blasonado en forma completa durante los gobiernos de D. José Fernández Blanco, en 1822, y de D. Pedro Ferré, en 1825.

Pero desde entonces, las alteraciones que se fueron introduciendo en la reproducción del escudo dieron lugar a que el Poder Ejecutivo encomendara, por decreto del 30 de marzo de 1920, al profesor D. Manuel V. Figuerero un estudio histórico que éste produjo en forma erudita y prolija y, por Decreto Nº 542 del 31 de agosto de 1921, el gobernador D. Adolfo Contte en acuerdo de Ministros sancionó:

Artículo 1º Restablécese y fíjase en forma permanente el blasón provincial, en términos heráldicos, del siguiente modo: a) El escudo de armas de la Provincia está representado por una elipse trazada verticalmente y cortada en dos cuarteles por el eje menor de la misma; b) Los esmaltes de estos cuarteles, en la acepción heráldica, se caracteriza el superior; de azul ligero, y el inferior de plata. En parte inferior del cuartel de plata, surge y se yergue una cruz de sable incombustible, en un campo en llamas, rodeada por siete lenguas de tierra, -cuatro a la diestra y tres a la siniestra-; c) En el Jefe del cuartel superior, se ostenta un gorro frigio de gules, inclinado a la diestra, en lo alto de una pica sostenida por dos manos diestras entrelazadas, desnudos los brazos respectivos que se elevan de los flancos del cuartel inferior, por encima de la cruz; d) En la cabecera superior del escudo, y detrás de éste, esplende un sol meridiano, de veintiún rayos visibles, flamígeros y rectos, alternados en simetría heráldica; e) El campo de este escudo está orlado por una guirnalda simple de laurel de hojas finas, cuyas ramas entrecruzadas, en la parte inferior, están atadas con un lazo ondulado de cinta celeste y blanca distintivo de los revolucionarios argentinos de 1810.

En cuanto al simbolismo del blasón es el siguiente: La Cruz es imagen alusiva a la Fe, una de las tres virtudes teologales y, en el escudo de Corrientes perpetúa el Milagro que se realizó el 9 de abril de 1588; los brazos desnudos representan un apretón de manos en señal de reconciliación, de alianza y fidelidad; el gorro de gules alude a la libertad; la guirnalda de laurel es símbolo de inspiración y de victoria; las siete lenguas de tierra representan igual número de cabos que forman en el río Paraná siete rapidísimas corrientes y que se denominan: Aldana, Yaticta, Batería y San Sebastián las cuatro de la diestra, y Tacurú, Tacuara y Arazaty las tres de la siniestra.

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